El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello calificó de “falso positivo” la retención de un avión de carga venezolano-iraní por parte de las autoridades de Argentina, y afirmó que el Gobierno de Nicolás Maduro se encuentra haciendo “todos los trámites pertinentes” para resolver la situación.
“El gobierno nacional, como corresponde, está haciendo todos los trámites pertinentes ante las autoridades argentinas, entregando lo que nos corresponde. ¿Qué están armando un falso positivo? Claro, claro que sí, de eso no hay duda, no hay duda, nosotros no tenemos ninguna duda”, dijo Cabello durante una rueda de prensa transmitida por Venezolana de Televisión.
A juicio de Cabello, la tripulación del avión “ni está cometiendo ningún delito, ni había cometido ningún delito ni está preparando algún delito“.
Expresó que espera que “se resuelva la cosa diplomáticamente como corresponde” por el “bien de la amistad entre los pueblos” y que el avión “regrese (a) donde tiene que regresar, siga cumpliendo las labores que cumple, de trabajo (y) que siga funcionando, ayudando”.
“¿Cómo crees que llegan las medicinas a Venezuela? ¿Cómo las traemos? Las vacunas, ¿cómo llegaban? Cuando estábamos en los gravísimos problemas de combustible, ¿cómo hacíamos? Por supuesto que eso le duele al imperialismo, les duele”, agregó.
El pasado 6 de junio la aeronave aterrizó en Argentina procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza, y dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero regresó al aeropuerto argentino porque el país vecino no autorizó su aterrizaje.
La Justicia argentina, que ordenó el pasado miércoles incautar el avión, investiga los posibles vínculos de la tripulación con el terrorismo internacional, ya que uno de sus integrantes, el iraní Gholamreza Gashemi, tiene el mismo nombre que un miembro de las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, incluida por EE.UU. en la lista de organizaciones terroristas.
Un día después, el Gobierno de Venezuela rechazó “categóricamente el irresponsable manejo que ofreció la autoridad aeronáutica del Uruguay, al revocar el permiso de sobrevuelo otorgado a la empresa venezolana Emtrasur, mientras que la aeronave se encontraba en el aire para hacer su escala técnica de abastecimiento”.
La aeronave, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.