Los servicios de Inteligencia de Países Bajos (Aivd) aseguraron este jueves que frustraron los intentos de un espía ruso que pretendía infiltrarse dentro de la Corte Penal Internacional (CPI), en un momento en el que la corte se encuentra investigando acusaciones de crímenes de guerra en Ucrania.
El director general de la Aivd, Erik Akerboom, explicó que el espía en cuestión es Sergei Vladimirovich Cherkasov, quien se hizo pasar por el ciudadano brasileño Viktor Muller Ferreira para poder trabajar en la CPI.
En el momento de su detención el pasado mes de mayo en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, Cherkasov había logrado un puesto de trabajo como pasante dentro de la CPI, con sede en la ciudad de La Haya, detalló Akerboom.
Según el funcionario neerlandés, el operativo de espionaje ruso “costó mucho tiempo, energía y dinero” y subrayó que en caso de que Cherkasov hubiera logrado su objetivo, habría tenido acceso a información “extremadamente” interesante para los intereses del Kremlin y sus servicios secretos.
Inmediatamente tras su detención, fue considerado ciudadano extranjero indeseable y embarcado en el siguiente vuelo de regreso a Brasil, donde deberá ser procesado, contó el jefe de la Aivd.
