Cuando Venezuela era un centro para multinacionales, la instalación de investigación y desarrollo de Procter & Gamble ayudó a desarrollar marcas como Pampers y Pantene. Ahora, dos empresarios ambiciosos creen que el edificio puede impulsar un nuevo tipo de innovación para el país: la industria tecnológica.
Con el respaldo de capital extranjero, Luis Cifuentes y Carlos Aguilo están construyendo el primer centro tecnológico del país en las oficinas que P&G dejó hace cinco años en medio de un colapso económico histórico. Wave Tech Hub, una combinación de espacio de trabajo conjunto y programa acelerador de tecnología, es una apuesta arriesgada en un país plagado de conexiones a Internet lentas, cortes de energía y un entorno empresarial impredecible. Pero la pareja ve potencial para una escena de inicio emergente.
“Venezuela es como un laboratorio para probar el mercado”, dijo a Bloomberg Aguilo, quien aporta experiencia en tecnología, incluida la fundación de otra incubadora de empresas en 2014, que apoyó proyectos como un sitio web de noticias y una fintech. “Nuestros índices competitivos se encuentran entre los más bajos, pero eso no significa que no podamos innovar”.
Si bien América Latina fue la región de más rápido crecimiento en el mundo para la financiación de riesgo en 2021, Venezuela se quedó atrás, ya que los inversores internacionales han evitado el país sancionado y su economía. Pero el presidente Nicolás Maduro ha aliviado los controles sobre el sector privado y ha permitido una dolarización no oficial.
Eso ayudó al país a salir de cuatro años de hiperinflación y salir de una recesión. Cifuentes y Aguilo ven señales de que la tecnología está lista para despegar a medida que el país se estabiliza.
La aplicación de pedidos a domicilio Yummy recaudó recientemente 47 millones de dólares (USD) en la ronda de riesgo más grande jamás realizada por una startup venezolana. Y proyectos como la aplicación de transporte colectivo privado La Wawa y la plataforma de pago Ubii han comenzado a ganar terreno.
Las nuevas empresas pueden encontrar programadores, ingenieros y desarrolladores de software talentosos entre los residentes y algunos de los 6 millones de venezolanos que emigraron durante el colapso, dijo Cifuentes, un contador de formación. “Aquí hay mucho talento en áreas tecnológicas. Lo que necesita es un catalizador”, dijo.
Atmósfera de tecnológicas globales
Ubicado en las afueras de Caracas, el antiguo Centro de Innovación de América Latina fue utilizado por P&G para realizar investigaciones y desarrollar marcas para el mercado latinoamericano a partir de finales de los 90. Fue el apogeo de Venezuela como hub de multinacionales.
Cuando la empresa trasladó la unidad a Brasil en 2017, dejó escritorios polvorientos y teléfonos y televisores obsoletos. Ha sido renovado con muebles modernos, tecnología de primer nivel y espacio de oficina que reproduce la atmósfera de las empresas tecnológicas globales, incluidos salones de atención plena, un jardín interno, oficinas con peceras y una gran cafetería.
Las paredes de los pisos superiores, que no han sido renovadas, aún exhiben algunas de las imágenes y colores de las marcas más reconocidas de P&G, desde pañales Pampers hasta pasta de dientes Oral-B. Algún día, dice Aguilo, albergarán más oficinas, una academia para desarrolladores de software y un estudio de realidad virtual.
La reforma inicial fue financiada por un fondo de capital privado enfocado en bienes raíces que compró el edificio el año pasado. El fondo está respaldado por inversores internacionales no revelados, incluidos algunos de Estados Unidos. Cifuentes y Aguilo también se negaron a revelar la inversión total en el proyecto.
Garantizar los servicios básicos para los emprendedores no es fácil en Caracas. El centro tuvo que invertir en una conexión a Internet dedicada y reutilizó el tanque de agua de P&G y la planta de energía de emergencia del edificio.
Los empresarios pueden comprar membresías flexibles tanto para estaciones de trabajo individuales como para oficinas para equipos más grandes. También pueden contratar servicios de asesoramiento sobre cómo preparar sus proyectos para recibir financiación.
