El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se mostró de nuevo reacio a permitir de forma automática la entrada de Suecia y de Finlandia en laOrganización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), advirtiendo de que no dará el visto bueno a “países que apoyan el terrorismo”.
“La Otan es una alianza de seguridad y Turquía no puede aceptar que esta seguridad esté en peligro“, dijo Erdogan este miércoles, horas después de que Suecia y Finlandia formalizasen sus solicitudes de ingreso en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas.
El mandatario, que habló durante una reunión de su partido, sugirió a suecos y finlandeses que ni “se molesten” en ir a Turquía y pidió al resto de socios de la Otan que “entiendan” la “sensibilidad” turca.
Erdogan recrimina a Suecia que se niegue a extraditar a “terroristas”, en alusión a personas vinculadas a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). “No nos dan a los terroristas pero piden que les aceptemos en la Otan”, esgrimió en su discurso.
Además de las negativas de extradición, que también se extienden a supuestos aliados del clérigo Fetulá Gulen —acusado del fallido golpe de 2016—, Ankara afea a los dos países nórdicos los embargos armamentísticos impuestos tras la ofensiva militar turca en el norte de Siria.
La adhesión de un país a la Otan depende de que todos los Estados miembro, 30 en la actualidad, den su visto bueno, por lo que la aprobación de Turquía es imprescindible para que Suecia y Finlandia completen un proceso que se ha acelerado por la ofensiva militar rusa sobre Ucrania.