Tras la visita oficial a Bolivia, el canciller venezolano, Félix Plasencia, compartió los resultados de la agenda de trabajo desarrollada durante los días 5 y 6 de mayo con su homólogo Rogelio Mayta, en la nación del altiplano.
Los diplomáticos revisaron los acuerdos en las áreas de educación, cultura, turismo, medio ambiente, comunicación, desarrollo minero ecológico, gas, interconexión aérea, intercambio entre academias diplomáticas, lucha contra la trata y tráfico de personas y cooperación juridica, refirió un comunicado de la Cancillería venezolana.
En ese sentido, coincidieron en la intención de “reafirmar los lazos históricos de hermandad, complementariedad y cooperación que unen a sus pueblos” y avanzar en el fortalecimiento de la cooperación bilateral, a través de la realización de la III Comisión de Integración Conjunta y la reunión del Mecanismo de Consultas Políticas; acordando para ello ejecutar la II Reunión del Mecanismo.
En lo que refiere al aérea de comercio, los diplomáticos coincidieron en la necesidad de profundizar las relaciones comerciales, así como de crear estrategias conjuntas para la promoción de las exportaciones bolivianas en Venezuela y venezolanas en Bolivia; además de “procurar la participación de los exportadores nacionales en ferias, exposiciones, ruedas de negocio, encuentros y reuniones empresariales, con el fin de concretar negocios de mediano y largo plazo”.
En materia ambiental, fue firmado un compromiso “para impulsar el ejercicio efectivo del derecho humano al agua y saneamiento como principio básico para la vida”.
Los foros regionales son espacios “naturales”
Asimismo, manifestaron la importancia de promover un diálogo constante en temas relativos al cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
En cuanto a las sanciones internacionales, los embajadores de Venezuela y Bolivia aseguraron que las mismas afectan el derecho del pueblo venezolano al desarrollo y “son un obstáculo al establecimiento de relaciones amistosas y pacíficas entre los Estados”.
Por otra parte, señalaron la importancia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) “como espacios regionales naturales de diálogo y concertación politica de Latinoamérica y El Caribe”.
Finalmente, coincidieron en profundizar los esfuerzos para el fortalecimiento de los organismos multilaterales como mecanismos de consolidación de la paz y seguridad internacional.