El príncipe Harry y su esposa, Meghan, visitaron a la reina Isabel II en el castillo de Windsor en su primer viaje en conjunto a Gran Bretaña desde que se desvincularon de la Familia Real y se mudaron a Estados Unidos hace más de dos años.
Según la oficina de la pareja, visitaron a la reina de 95 años, el jueves en su camino a Holanda, donde asistirán a los Juegos Invictus. Harry es uno de los fundadores y mecenas de la competición deportiva internacional para militares veteranos lesionados.
Harry y Meghan renunciaron a sus deberes como miembros prominentes de la familia real y se mudaron a Norteamérica en 2020 argumentando la presión insoportable de sus funciones y las actitudes racistas de los medios británicos.
La pareja, conocida también como los duques de Sussex, perdieron la escolta policial, financiada con dinero público, al renunciar a sus deberes. Harry ha demandado al gobierno británico por negarse a permitirle pagar su propia seguridad policial durante sus visitas. Sus abogados dicen que el hijo del heredero al trono británico quiere llevar a sus hijos — Archie, que tiene casi 3 años y Lilibet, de 10 meses — al país, pero sostienen que es demasiado arriesgado hacerlo sin protección policial, refirió The Associated Press.
Está previsto que Harry y Meghan asistan el viernes a una recepción en La Haya de los Juegos Invictus, que se celebrarán entre el sábado y el 22 de abril.
La visita a la reina se hizo el Jueves Santo, el día de la Semana Santa en el que la reina ha repartido por décadas monedas de plata a pensionados en una misa. Este año la reina, quien ha experimentado problemas de movilidad en meses recientes y padeció covid-19 en febrero, no asistió a misa. Fue representada por su hijo mayor, el príncipe Carlos, quien estuvo acompañado por su esposa Camila.
Se espera que la monarca también se ausente de la Misa de Pascua familiar del domingo. Sin embargo, la reina todavía realiza sus deberes reales, incluyendo audiencias virtuales con políticos y diplomáticos.
