Después de cuatro meses de recorrer nueve países caminando, Karla, una joven venezolana, logró llegar a Estados Unidos, donde esperar recibir ayuda por parte de las autoridades.
Ella hace parte de un grupo de latinos que llegó el sábado a Washington DC, en un autobús procedente de Texas, como parte de la nueva la estrategia migratoria del gobernador de Texas, Greg Abbott. Se trataba del cuarto bus de este tipo llegado al corazón del país a lo largo de la semana.
La joven recuerda que, durante su travesía, lo más difícil fue cruzar el tapón del Darién, paso obligado de inmigrantes que pasan de Suramérica a Centroamérica.
“En el transcurso de venir hasta acá, nosotros tuvimos que durar nueve días metidos en una selva, que es la selva del Darién. Se encuentra en Colombia… Como íbamos ilegales, teníamos que cruzar para poder llegar a Panamá. En esa selva no tenemos comida, agua solamente se encuentran en los ríos”, dijo esta venezolana de 20 años a la Voz de América.
Pero, sin duda, dice que lo más traumático fue ver “niños muertos, mujeres embarazadas muertas, ya descompuestas”, además de dormir a orillas del río en carpa o, incluso, tener amenaza de aborto, tras la fatiga de tantos días caminando.
Un brazalete
También recuerda cómo tuvo que sortear el Río Bravo, entre México y Estados Unidos: “En ese momento, no estaba crecido ni nada, pero la corriente de ese río demasiado fuerte, o sea, te arrastra. Cruzamos con niños; igual veníamos 26 veces venezolanos, incluyendo niños que no pasaban de ocho años. Eran niños menores y hasta que cruzamos y de ahí nos tocó caminar un buen rato hasta llegar a una avenida y todo, de donde nos agarraron los militares de acá”, recuerda.
Karla señaló que, durante el viaje de Texas a la capital estadounidense, las autoridades les colocaron un brazalete para rastrearlos “de manera de que, cada vez que el bus hiciera una parada, o sea, no nos perdiéramos ninguno”.
Otro de los viajeros es John Carlos León, quien salió desde Caracas el 17 de enero y afirma que la Patrulla Fronteriza, en Texas, los ayudó con los papeles. Después de estar en un refugio, explica que les colaboraron en un autobús para llegar hasta la capital estadounidense, sin ningún problema, con un buen trato y la comida necesaria.
“El registro lo hicieron en la casa (de acogida) donde llegamos… En el bus veníamos con unos amigos, que eran los choferes y unos encargados del grupo”, relató el joven a VOA.
Por su parte, Graciela Cárdenas —quien viajó desde Venezuela con sus dos hijos, dos nietos y su nuera—, señaló que han sido tratados “de buena manera” por parte de la policía fronteriza. Aunque se separó de algunos de ellos cuando tuvieron contacto con las autoridades fronterizas, dice que se dirigirá a Nueva York, donde quizás podrá encontrarse con parte de su familia.
La venezolana también le dijo a la VOA que decidió tomar el bus porque “está más cerca de su destino final… Si yo tuviese una opción de esperar mi hijo allí, hubiera tomado la opción… Pero si no tomo el bus, me hubiera quedado en la calle”.
Atención inmediata
Abel Núñez, director ejecutivo del centro de refugiados de América Central Carecen, en Washington DC, le explicó a VOA que en el autobús venían personas provenientes de Venezuela y Nicaragua. Algunos se quedarán en el área, con sus familiares, pero otros tienen el deseo de llegar a Nueva York.
Para él, que en un bus con disponibilidad para 50 personas, solo vengan 9, “habla mucho de que muchos inmigrantes no están tomando el regalo que le está dando el gobernador”.
Núñez afirmó que primero deben revisar sus asuntos legales para saber para qué estatus califica, como el asilo, pero también se revisará sus necesidades de vivienda, empleo y salud para “asegurar su integración a la comunidad”.
El vocero de Carecen, en Washington DC, también afirmó que se verificará en qué lugar quieren vivir los migrantes y se les dará una asesoría legal, tras su llegada a la ciudad es sábado.
Hasta 900 autobuses
El grupo que llegó, agrega, venía en buena condición, a pesar de las casi 40 horas de viaje, y dice que la preocupación de algunos de ellos es la pérdida de contacto con parte de la familia. El viaje terminó en los alrededores del Capitolio, donde se bajaron del autobús y cada uno emprendió su camino.
El gobernador Greg Abbott inició esta semana su promesa de enviar inmigrantes indocumentados que solicitan asilo a la capital del país como parte de su plan de rechazo a la política migratoria de la administración del presidente Joe Biden. El gobernador dijo que enviaría hasta 900 autobuses con el mismo destino.
Abbott revocó el viernes la orden de inspección de camiones de carga que obstruía el tránsito de los vehículos comerciales en la frontera entre Estados Unidos y México.
Organizaciones que trabajan en pro de inmigrantes en el área metropolitana de Washington DC dijeron este jueves “estar listas” para recibir en esa región a los inmigrantes indocumentados.
Con información de VOA.