El presidente peruano Pedro Castillo ordenó un toque de queda en la ciudad de Lima y su vecina Callao a partir de las 2:00 a.m. hasta las 11:59 p.m. de la noche del mismo día.
“Hago un llamado a la calma y serenidad”, dijo el mandatario durante un mensaje a la nación.
La decisión se produce luego de los bloqueos de carreteras ocurridos en varias regiones del país como consecuencia de las protestas de varios gremios de transportistas.
“El Consejo de Ministros ha aprobado declarar la inmovilidad ciudadana (toque de queda) desde las 2 de la mañana hasta las 11.59 de la noche del día martes 5 de abril para resguardar los derechos fundamentales de todas las personas, lo cual no impedirá el abastecimiento de los servicios esenciales”, agregó.
La norma exceptúa de la inmovilización al personal de servicio de salud, agua, saneamiento, energía eléctrica, combustibles, telecomunicaciones, limpieza, servicios funerarios, transporte de carga y mercancías.
Además, solo se permite la atención de las farmacias y el trabajo de la prensa debidamente acreditada, así como la movilización para la atención de urgencias médicas.
A su vez, el Ministerio de Educación de Perú emitió un comunicado en el que anunció la suspensión de clases escolares presenciales “como consecuencia del bloqueo de diferentes vías de acceso y de actos de violencia en diferentes puntos de la capital”.
La decisión del Gobierno peruano se tomó en medio de una ola de rumores sobre posibles manifestaciones y saqueos en Lima, tras la paralización que cumplen desde hace una semana los transportistas por el incremento de precios de los combustibles.
Durante la protesta han fallecido cuatro personas, por circunstancias derivadas de los bloqueos, mientras que otras veinte personas han sido detenidas.