La Asamblea Popular Nacional de China, el Parlamento del país, aprobó este viernes el mayor incremento del presupuesto militar en los últimos tres años, un 7,1% más —más de cuatro puntos por encima del gasto total— en una consecuencia del repunte de la tensión con Taiwán y sus vecinos en las disputadas aguas de la región así como, de manera más indirecta, por el conflicto en Ucrania.
Este incremento supone que China gastará en su ejército aproximadamente unos 209.000 millones de euros (EUR) a lo largo de 2022, según se dio a conocer el pasado fin de semana en el presupuesto publicado en la apertura de la quinta sesión de la Asamblea.
La nueva cifra supone el incremento más grande desde 2019, cuando el país anunció una subida del presupuesto militar del 7,5%, aunque lejos del 8,1% de 2018. En los dos últimos años el incremento ha sido del 6,6% y del 6,8%.
De hecho, expertos del Gobierno chino consideran que este incremento es “una medida moderada” que tiene como objetivo “salvaguardar la soberanía nacional, la integridad territorial, la seguridad y los intereses de desarrollo del país”.
Los mismos expertos subrayan que una de las principales razones por las que el incremento del gasto militar cayó por crecimiento cayeron por debajo del 7% en 2020 y 2021 se debió a la pandemia de covid-19 y su impacto en la economía. Recalcan que el aumento del gasto militar de alrededor del 7% es una medida “normal y constante”.
No obstante, de un tiempo a esta parte China ha intensificado sus maniobras aéreas sobre Taiwán hasta el punto de realizar varias incursiones en la zona de seguridad aérea de la isla con aviones de combate que las autoridades de Taipéi han denunciado como una agresión contra su soberanía.
Como medida de respaldo, varios antiguos responsables del Gobierno estadounidense visitaron Taiwán la semana pasada, para reiterar su compromiso para sustentar las capacidades defensivas del territorio. El presidente norteamericano, Joe Biden, ha reiterado su voluntad de seguir cooperando con Taiwán en este sentido tras años de dudas expresadas por su predecesor, Donald Trump, sobre la implicación del país en crisis internacionales.