Las autoridades de Ucrania confirmaron este jueves la muerte de cerca de 40 personas, entre ellos diez civiles, a consecuencia de la ofensiva militar lanzada por Rusia contra el país, incluidos cerca de 20 muertos a causa de un bombardeo contra un puesto militar en Odesa.
El asesor de la Presidencia ucraniana Oleksiy Arestovich indicó que la gran mayoría de las víctimas son miembros de la Guardia Fronteriza, si bien reconoció que hay “al menos diez” civiles muertos en los enfrentamientos.
Las autoridades de Odesa indicaron que un bombardeo contra un puesto militar en la localidad de Lipetskoye, ubicada en el distrito de Podolski se saldó con al menos 18 muertos.
“Intenso bombardeo”
Asimismo, el Ejército ucraniano apuntó a un “intenso bombardeo” en zonas del este de Ucrania y el presidente, Volodimir Zelenski, ya dio orden de “infligir el máximo posible de pérdidas a los invasores”, según UNIAN. Las fuerzas leales a Kiev también informaron del supuesto derribo de varias aeronaves rusas, algo que el Moscú niega.
Además, según las Fuerzas Armadas de Ucrania, lograron repeler un ataque de las tropas rusas en la región de Lugansk, controlada en parte por los rebeldes separatistas, y cifraron en 50 los “enemigos” muertos, en un contexto bélico en el que Zelenski ordenó actuar con todo contra la “ocupación”.
En este contexto, el Ministerio de Infraestructura ucraniano resaltó que hasta el momento han sido evacuados más de 3.000 ciudadanos en la región de Donbás. El Ministerio señaló que un total de 3.100 personas “han sido evacuadas de Donetsk y Lugansk”.
Por otra parte, apuntó que “el movimiento de trenes a Jarkov se suspende temporalmente”. “Además, por motivos de seguridad, se detuvo el tráfico en el tramo entre Volnovaja y Pivdennodonbaska y se evacuó al personal“, zanjó en su comunicado.
Putin anunció en la madrugada de este jueves una “operación militar” en el este de Ucrania, días después de haber reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. En respuesta, Ucrania anunció que rompe relaciones con Moscú.
En los últimos meses, el mandatario ruso y su Gobierno se dedicaron a negar las advertencias de Occidente de que Rusia preparaba una invasión militar a gran escala en Ucrania. Moscú había ido acumulando tropas y equipos militares en las fronteras de Ucrania con Rusia y Bielorrusia.
