La policía estadounidense obtuvo el jueves una orden de registro del teléfono móvil del actor Alec Baldwin en el marco de la investigación del tiroteo mortal de octubre contra la directora de fotografía en el plató de su película “Rust” en Nuevo México.
La orden de registro y la declaración jurada que la acompaña se presentaron en el Tribunal de Primera Instancia del condado de Santa Fe casi dos semanas después de que el fiscal que supervisa la investigación dijera que algunas personas que manejaban armas en el set de rodaje podrían acabar enfrentándose a cargos penales derivados de la muerte de Halyna Hutchins, refirió Reuters.
La orden autoriza a los investigadores a incautar el iPhone de Apple de Baldwin para examinar los mensajes de texto, la correspondencia por correo electrónico, las comunicaciones en redes sociales, la actividad del navegador y otra información almacenada en el dispositivo.
Una detective del sheriff, Alexandria Hancock, dijo en su declaración jurada que solicitó una orden judicial que obligara a Baldwin a entregar su teléfono después de haberla solicitado al actor y a su abogado de forma voluntaria y “se le indicó que adquiriera una orden judicial.”
Ni la orden ni la declaración jurada de siete páginas citaban ningún material concreto que los investigadores estuvieran buscando en el teléfono de Baldwin.
Pero los sospechosos, las víctimas y los testigos “a menudo hacen y/o reciben llamadas telefónicas y/o mensajes antes, durante y/o después de la comisión de los delitos. Dicha información, si existe, puede ser material y relevante para esta investigación“.
Y añadió: “Se enviaron y recibieron varios correos electrónicos y mensajes de texto relacionados con la producción de la película ‘Rust’ en el curso de los interrogatorios (policiales)” tras el tiroteo del 21 de octubre.
Baldwin ha reconocido que sostenía una pistola revólver Colt del 45 en el set de rodaje cuando se disparó durante el ensayo, descargando una bala viva que alcanzó a Hutchins en el pecho y la mató. El director Joel Souza resultó herido.
Sin embargo, el actor declaró en una entrevista televisiva que nunca apretó el gatillo y negó su responsabilidad en el tiroteo. También dijo entonces que no tenía ni idea de cómo llegó una bala viva al plató de la película.
Según la orden del detective Hancock, la “armadora” de la película, Hannah Gutierrez-Reed, que estaba a cargo de las armas en el plató, dijo en el interrogatorio que había cargado la pistola con lo que ella creía que eran seis “balas falsas” antes del desafortunado ensayo de ese día.
Gutiérrez-Reed también relató que tuvo problemas para introducir el sexto cartucho en el cilindro de la pistola, y que sólo consiguió introducirlo después de “limpiarlo”.
