El Kremlin se mostró este lunes “alarmado” por la asistencia militar de la Otan a Ucrania, algo que se ha traducido en un incremento del “poder militar” de Kiev, tal y como alertó el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov.
“Kiev está aumentando sus fuerzas tanto por sí mismo como con ayuda externa. Se le entrega a Ucrania una cantidad importante de armamento, incluidas armas avanzadas y de alta tecnología”, aseveró en un comunicado.
Asimismo, alertó que el país se encuentra “observando todo esto con gran alarma, teniendo en cuenta la influencia significativa de los políticos extremistas en Ucrania”.
En este contexto señaló que Rusia está registrando un aumento en el número de “provocaciones ucranianas” en el este del país, donde las fuerzas separatistas prorrusas se enfrentan al Ejército ucraniano.
“Estas provocaciones se llevan a cabo con el uso de las armas suministradas a Ucrania por la Otan“, señaló. Para Moscú, esto representa una violación de los Acuerdos de Minsk.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto en el este de Ucrania, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia. Las hostilidades han dejado hasta la fecha unos 13.000 muertos, según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU).