La esposa de Álex Saab, Camilla Fabri, negó el martes que el Gobierno venezolano esté usando a su familia para que el empresario colombiano no colabore con las autoridades de Estados Unidos (EE UU), luego de su extradición a Cabo Verde.
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Fabri respondió a la publicación de la revista Semana, en la que aseguró que Nicolás Maduro la tiene en sus manos a ella y a sus hijas para presionar a Álex Saab.
“Señores de la revista Semana, no me extraña que sus titiriteros, sus dueños reales, los pongan a decir semejante locura. Solo imaginable en la mente de gente torcida acostumbrada a comportarse como matones. Estoy en casa, en Venezuela, al calor del amor de mi esposo que nos acerca a él” aseguró.
El pasado sábado 16 de octubre Álex Saab fue extraditado a Estados Unidos, luego de más de un año detenido en Cabo Verde, un hecho que provocó el cese de las negociaciones en México entre el Gobierno venezolano y la Plataforma Unitaria por considerar como un “acto de agresión” por parte de Estados Unidos.
“Enfrentaré el juicio con total dignidad. Deseo dejar claro que no tengo nada que colaborar con Estados Unidos, no he cometido ningún delito. Declaro que estoy en pleno uso de mi razón, que no soy suicida, por si acaso me asesinan y dicen que me suicidé”, dijo Saab en un carta leída por Camilla Fabri durante un acto en la Plaza Bolívar de Caracas.
Pocas horas después de que la noticia sobre la extradición de Saab reventara las redes sociales, seis ejecutivos petroleros estadounidenses mantenidos en arresto domiciliario fueron regresados a prisión por las fuerzas de seguridad, un indicio que las relaciones entre Washington y Caracas podrían deteriorarse tras meses de diplomacia silenciosa desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.
La justicia estadounidense le imputa a Saab ocho delitos relacionados con lavado de dinero y, de ser declarado culpable, podría cumplir una condena de hasta 20 años de prisión.
Saab, de 49 años, fue arrestado en el archipiélago africano al hacer una parada cuando se dirigía a Irán para lo que el gobierno de Nicolás Maduro posteriormente describió como una misión humanitaria diplomática que le brinda inmunidad.
El mes pasado, Maduro criticó a Estados Unidos por el “secuestro” y “tortura” de Saab, un empresario de Colombia al que los fiscales acusan de amasar una fortuna a través de negocios a nombre del gobierno venezolano, que enfrenta sanciones de Estados Unidos.
Los fiscales federales en Miami levantaron cargos a Saab en 2019 por lavado de dinero vinculado a un presunto esquema de soborno que se embolsó más de 350 millones de dólares de un proyecto de vivienda de interés social del gobierno venezolano.
Por separado, Saab había sido sancionado por el gobierno del entonces presidente Donald Trump por supuestamente usar una red de empresas fantasma de alcance mundial —en los Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Hong Kong, Panamá, Colombia y México— para ocultar ganancias enormes de contratos alimenticios no licitados y sobrevaluados obtenidos por medio de sobornos.
