Las autoridades de Estados Unidos deportaron a una treintena de menores brasileños a Haití en el marco de la última crisis migratoria, que provocó la deportación de unas 3.500 personas durante los últimos días.
Datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señalan que otros 182 niños chilenos se encuentran en la misma situación. Se estima que unos 15.000 haitianos han llegado a la ciudad texana de Del Río, en la frontera con México, a lo largo de una semana.
Estas deportaciones se han producido, tal y como explicó Giuseppe Loprete, de la OIM, debido a que estos niños tienen un progenitor de nacionalidad haitiana, por lo que son considerados también ciudadanos de dicho país bajo las leyes de Haití.
No obstante, los menores no contaban con documentos que así lo certificaran y, en vez de eso, tenían en su poder documentación brasileña. Tras el terremoto que devastó Haití en 2010, Brasil se ha convertido en uno de los principales destinos para los migrantes haitianos.
Entre 2010 y 2018, los datos de la Policía Federal muestran que alrededor de 130.000 haitianos llegaron a Brasil, donde se establecieron y formaron una familia. Así, el Gobierno brasileño creó un visado humanitario específico para satisfacer las necesidades de estos migrantes, que luego también fue extendido a sirios y afganos.
La diáspora se va a USA
En los últimos años, sin embargo, la situación económica en Brasil ha llevado a muchos de ellos a emigrar a Chile u otros países de la región, según informaciones del portal de noticias G1.
Ahora, tras el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moise, el país caribeño sufre un recrudecimiento de la situación política y un aumento de la inestabilidad, lo que ha provocado un repunte de la migración.
Así, la diáspora haitiana, tanto en el propio país como de otros países de América Latina, se ha ido trasladando a Estados Unidos ante la idea de que la nueva Administración de Joe Biden impulsaría un enfoque más “comprensivo” a la hora de abordar la migración.
La llegada masiva de haitianos, sin embargo, ha desencadenado una crisis política en Estados Unidos después de que el Gobierno de Biden, que prometía un enfoque “humano” para los migrantes, recurriera a los mismos instrumentos que utilizó el expresidente Donald Trump para deportar rápidamente a tantos migrantes como fuera posible sin darles la oportunidad de pedir asilo o refugio en territorio estadounidense.
