El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y la vicepresidenta y ministra de Exteriores de Colombia, Marta Lucía Ramírez, mantuvieron una conversación en la que reiteraron su intención de “promover la democracia” en el continente, especialmente en Haití, Nicaragua, Venezuela y Cuba.
En dos comunicados, ambos reafirmaron “la asociación” entre ambos países, si bien desde Bogotá se destacó “el rechazo a la intimidación ejercida” por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, contra el líder opositor, Juan Guaidó, y aliados, mientras que desde Washington volvieron a agradecer el “modelo de acercamiento a la población migrante venezolana”.
Los dos países se han visto afectados por el reciente magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moise, ya que los entre los detenidos hay 18 de nacionalidad colombiana y cinco estadounidenses de origen haitiano. Según la cartera de Exteriores colombiana, hay “un trabajo conjunto con las autoridades haitianas para traer ante la justicia a los implicados en el asesinato”.
“Apoyo a la paz duradera “
Otro de los temas tratados en la conversación fue “la seguridad (…) y las causas de las recientes protestas“. Desde Estados Unidos reiteraron “el apoyo a la paz duradera en Colombia y al crecimiento económico inclusivo“.
Por último, mern la donación de 2,5 millones de dosis de la vacuna Johnson & Johnson y 3,5 millones de dosis de la vacuna Moderna a Colombia.
Más temprano, el presidente de Colombia, Iván Duque, pidió a Estados Unidos que declare a Venezuela como país promotor del terrorismo pues considera que desde el Gobierno de Caracas se apoya las acciones de los grupos armados que atentan contra la seguridad del país.
Para Duque esta definición por parte de Washington no solo serviría para “desvelar esa relación connivente y perniciosa” que a su juicio tendría el Gobierno de Venezuela, sino también para forzarles a “tomar un camino”, o bien “seguir patrocinando el terrorismo o entregar a los terroristas a las autoridades de los países que los están buscando”.
