El director de la Policía Nacional de Colombia, Jorge Luis Vargas señaló este viernes a Joseph Félix Badio, exfuncionario del Ministerio de Justicia de Haití, como el presunto autor intelectual del asesinato del presidente Jovenel Moïse.
De igual manera, reiteró la presunta participación de los exmilitares colombianos Germán Rivera y Duberney Capador en el asesinato del mandatario haitiano, refirió RCN Radio.
“Tres días antes, Joseph Félix Badio, quien fue exfuncionario del Ministerio de Justicia y laboró en la unidad de lucha contra la corrupción con el servicio de inteligencia, le indica a Capador y a Rivera que lo que tiene que hacer es asesinar al presidente de Haití”, informó Vargas.
Previo a la orden, Badio, en una reunión con una tercera persona de nombre Askar, habría señalado a los exmilitares colombianos que la misión era arrestar al presidente.
Vargas detalló que, basado en las investigaciones, el grupo de mercenarios se estableció en una casa cercana a la residencia del presidente de Haití, lugar donde se cometió el crimen en horas de la madrugada del miércoles 7 de julio.
“Inician labores de entrenamiento delincuencial, son conseguidos los vehículos y se destinan personas para que ocupen diferentes posiciones con esos vehículos en la entrada de la residencia del presidente”, agregó.
“Hubo unos giros a Germán Rivera para que coordinara alimentación y gastos logísticos estando ya en Puerto Príncipe. Viajan cuatro personas a iniciar estos servicios de seguridad desde finales de abril y mayo y se alojan en un hotel, luego contactan 20 personas más que llegan sobre junio y se alojan en el hotel, y prestan servicios de seguridad de grupos de 7 por varias semanas”.
Las autoridades han confirmado que 18 hombres de nacionalidad colombiana han sido capturados por su presunta vinculación con el asesinato del presidente Jovenel Moïse; mientras, tres siguen siendo buscados.
La madrugada del 7 de julio el presidente Jovenel Moïse fue asesinado tras un ataque en su residencia por un grupo armado no identificado.
La noticia de su muerte fue confirmada por el primer ministro Claude Joseph, quien asumió las funciones presidenciales interinamente.
El mismo día, cuatro hombres sospechosos de participar en el asesinato fueron abatidos, mientras que otros dos resultaron detenidos por la Policía Nacional de Haití.
Poco después, se reveló que se habían capturado a 28 supuestos asesinos, 26 de ellos eran colombianos y 2 eran estadounidenses de origen haitiano, mientras que otros 8 sospechosos seguían prófugos.
