El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza condenó con “firmeza” el asesinato del presidente de Haíti, Jovenel Moïse, durante un ataque perpetrado en horas de la madrugada de este miércoles por parte de un grupo armado que ingresaron a la residencia privada de los dirigentes en Puerto Príncipe.
En mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores expresó su solidaridad con el pueblo haitiano e hizo un llamado a “la paz y el entendimiento”.
“Expresamos nuestras condolencias a sus seres queridos y nuestra solidaridad incondicional con el hermano pueblo haitiano. Hacemos un llamado a la paz y el entendimiento”, escribió.
Aunque en su mensaje, el ministro venezolano se refirió a la presunta muerte de la esposa del mandatario, el director de Comunicaciones de la Embajada de República Dominicana en Haití, José Luis Soto, aclaró que la primera dama, no ha fallecido y adelantó que Martine podría ser trasladada al extranjero para continuar su asistencia médica, refirió Acento.
Más temprano este miércoles, el líder opositor Juan Guaidó también condenó el asesinato del presidente de Haití, a quien agradeció por el apoyo a la causa democrática en Venezuela.
“Repudiamos el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse. Somos solidarios con el pueblo de Haití y lo acompañamos en este difícil momento. No olvidamos el apoyo de Haití a nuestra causa democrática”, señaló el dirigente en su cuenta de Twitter.
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado por un grupo de personas armadas quienes ingresaron a su residencia en Puerto Príncipe, donde también se encontraba su esposa, la primera dama Martine Moïse, quien fue herida de gravedad, por lo que tuvo que ser trasladada a un centro de salud cercano.
Tras el ataque, el aeropuerto de Puerto Príncipe fue clausurado y las aerolíneas suspendieron o desviaron sus vuelos, mientras que el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, ordenó el cierre de sus fronteras y el refuerzo de vigilancia en la zona.
El asesinado del presidente Jovenel Moïse se produce en medio de una creciente crisis política y económica que ha generado en los últimos meses el aumento de la violencia, causando el descontento de más de 11 millones de habitantes.
