República Dominicana ordenó este miércoles el cierre de los cuatro pasos fronterizos con Haití tras conocerse el asesinato del presidente Jovenel Moïse, según informó EFE citando a un responsable del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront).
El presidente Luis Abinader también ordenó el refuerzo de la vigilancia en la zona, según dijo el funcionario a la agencia de noticias.
República Dominicana y Haití cuentan con cuatro pasos fronterizos oficiales, aunque la mayor parte de su frontera, de 380 kilómetros de extensión, no cuenta con vallas divisorias.
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado por un grupo de personas armadas quienes ingresaron a su residencia en Puerto Príncipe, donde también se encontraba su esposa, la primera dama Martine Moïse, quien fue herida de gravedad, por lo que tuvo que ser trasladada a un centro de salud cercano.
Luego de que se conociera la noticia del atentado, medios locales e internacionales confirmaron la muerte de la esposa del mandatario, según declaraciones del médico haitiano Hans Lancer, quien citó fuentes confiables.
Sin embargo, el director de Comunicaciones de la Embajada de República Dominicana en Haití, José Luis Soto, aclaró que la primera dama, no ha fallecido y adelantó que Martine podría ser trasladada al extranjero para continuar su asistencia médica, sin embargo, no reveló mayores detalles al respecto por motivos de seguridad, refirió Acento.
Tras conocerse el asesinato de los dirigentes políticos, el aeropuerto de Puerto Príncipe fue clausurado y las aerolíneas que vuelan a la capital haitiana suspendieron o desviaron sus vuelos ante la incertidumbre que existe en el país.
El primer ministro interino de Haití, Claude Joseph condenó el ataque, el cual calificó como “detestable, inhumano y bárbaro”, al tiempo que dijo que la Policía Nacional y el resto de las autoridades tenían bajo control la situación, a pesar de que aún se podían escuchar disparos en la capital de la nación caribeña.
El asesinado del presidente Jovenel Moïse se produce en medio de una creciente crisis política y económica que ha generado en los últimos meses el aumento de la violencia, causando el descontento de más de 11 millones de habitantes.