El pasado domingo 30 de mayo, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ingresaron a la vivienda de Rufo Chacón, sin ninguna orden de allanamiento y trepando por una cerca, siendo detenidos él y su hermano por presuntamente haber robado una moto.
De acuerdo a la denuncia realizada por la abogada Raquel Sánchez, coordinadora del Foro Penal en el estado Táchira, los funcionarios se llevaron dos motos de la familia Chacón a la sede del organismo, donde fue interrogado sin la presencia de abogados o algún familiar.
“Funcionarios del Cicpc treparon una cerca de la casa de Rufo sin orden judicial y lo sacaron de su cama bajo la falsa acusación de robar motos a pesar de estar ciego”, dijo la abogada en su cuenta de Twitter.
Sánchez explicó que el joven fue liberado luego de la llegada de su madre a las instalaciones de la Policía científica, “la respuesta fue que hubo una equivocación, pero que los dejaban ir si su madre firmaba una acta”.
“A pesar de todo este desastre algunas personas en redes sociales publican que un muchacho de 18 años, a quien en una represión violenta le vaciaron sus ojos, roba motos. ¿Cuál es la intención? ¿Piensan que Rufo abandonará la sala de juicio donde busca justicia?, reflexionó.
La coordinadora de Foro Penal enfatizó que no es la primera vez que Rufo y su familia son amedrentados por funcionarios de seguridad del Estado.
“A pesar de las dificultades de él y su familia, con el apoyo de muchos venezolanos de buen corazón, tomaron la iniciativa de vender alimentos en un kiosco desde su casa, sin imaginarse que la Alcaldía de Cárdenas ejecutaría una supuesta resolución donde ordenaba el cierre de los establecimientos informales”, expresó Sánchez.
Con tan solo 16 años de edad, Rufo Chacón fue víctima de los funcionarios de Politáchira durante una protesta por el gas doméstico en su comunidad en la autopista La Fría, San Cristóbal, en el estado Táchira.
Durante la manifestación la policía comenzó a disparar contra los habitantes, siendo uno de los perjudicados el joven adolescente, tras recibir 52 perdigones en la cara que le causó como consecuencia la pérdida de su visión.
