El monseñor Aldo Giordano se despidió este miércoles de Venezuela luego de servir por siete años como representante del Vaticano en el país, tras ser transferido por el papa Francisco como nuevo nuncio apostólico ante la Unión Europea (UE).
En un acto conmemorativo desde el Palacio de Miraflores realizado por el presidente Nicolás Maduro, con el fin de entregarle un reconocimiento por sus labores en Venezuela, el cual fue rechazado por Giordano.
“El Presidente muy amablemente me llamó a darme una condecoración, pero debo renunciar a ello porque venimos al país a ayudar, puedo decir que en estos siete años intenté servir a la paz, a la reconciliación, al diálogo”, dijo monseñor Giordano.
En su despedida, agradeció a los venezolanos por la estadía, y aseguró que: “Quedan en mi corazón los encuentros. Me voy con la satisfacción de la beatificación de José Gregorio Hernández“.
“En estos años alimenté la amistad entre nosotros. El pueblo de Venezuela me ha robado el corazón, he tenido la suerte de visitar muchos lugares de este país”, expresó.
Por su parte, Nicolás Maduro agradeció a monseñor Giordano, a quien describió como “un hombre de palabra, respeto y gran representante del papa Francisco” en Venezuela.
“El nuncio apostólico ha sido factor de equilibrio en el cuerpo diplomático del país, ha demostrado seriedad y profesionalismo diplomático y ha actuado con respeto a la soberanía y a las venezolanas y venezolanos”, dijo Maduro.
A principios del mes de mayo, el papa Francisco nombró a monseñor Aldo Giordano como nuncio apostólico ante la Unión Europea (UE), según informó en ese momento la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
Una de sus últimas responsabilidades como representante del papa Francisco en Venezuela fue presidir la ceremonia de beatificación del doctor José Gregorio Hernández, conocido como “el médico de los pobres”.
