Un artículo publicado por la revista Newsweek reveló que Estados Unidos ha creado una fuerza clandestina con alrededor de 60.000 agentes secretos, desplegados por el territorio norteamericano y en el extranjero.
De este grupo, la mitad son fuerzas especiales, que trabajaban en zonas de guerra, pero también en otros territorios libres de conflicto como Corea del Norte e Irán. Otros miembros son especialistas de inteligencia y ‘ciberguerreros’.
El nivel de cambio de identidad de los agentes secretos depende de las tareas a desarrollar, siendo el caso más alto para efectivos que deben cambiar su pasaporte por nombres falsos. Para dichos casos, existen varios métodos para ocultar sus datos o enfoques físicos. En este último punto, se cree que Estados Unidos podría “hackear” las bases de datos de otros Estados para insertar los registros necesarios.
La investigación reveló que el programa involucra a 130 empresas que ganan más de 900 millones de dólares al año, además de que participan otras organizaciones secretas.
Uno de los objetivos de la organización sería la lucha contra el terrorismo y la competencia con Rusia y China sobre las relaciones de Washington con las dos potencias. Al mismo tiempo, fuerza secreta contraviene varias normas legales tanto nacionales como internacionales, reveló a revista.