El buque pesquero Brago, perteneciente al Estado venezolano, navega rumbo a su país tras varios años de problemas legales en España.
La Embajada de Venezuela en España informó este jueves de que el barco zarpó el pasado martes del puerto español de La Coruña (noroeste), para reincorporarse a la flota de la Empresa Socialista Pesquera Industrial del Alba (Pescalba).
El retorno del buque, de acuerdo con la embajada, se inscribe en “el proceso de protección y recuperación de activos que lleva adelante el país” sudamericano.
El barco fue entregado por autoridades de España al Gobierno de Venezuela en un acto en el muelle de La Coruña, con la participación del cónsul general de Venezuela en la cercana ciudad de Vigo, Martín Pacheco, en la misma región española de Galicia.
El cónsul, junto con representantes del Ministerio de Pesca de Venezuela y de Pescalba, fue el encargado de izar la bandera de Venezuela en la nave antes de que partiera rumbo al puerto venezolano de La Guaira.
Brago fue construido en astilleros de la región española de Asturias (norte) en 2007 para la pesca de sardina y para enfriamiento y en 2010 fue adquirido por Pescalba para incorporarlo a su flota pesquera en aguas del Caribe.
En 2015 un juzgado mercantil de la ciudad gallega de Pontevedra notificó a Pescalba una medida de embargo preventivo que pesaba sobre el buque por concepto de créditos marítimos, lo que obligó al barco a permanecer atracado sin actividad en el muelle público de Vigo hasta finales de 2019.
Tras años de disputas legales, la Justicia española autorizó el regreso del buque a Venezuela.
El pesquero fue reparado en su totalidad en el astillero de la ciudad gallega de Ferrol, donde le realizaron trabajos de mantenimiento en dique y le dotaron de equipos de alta tecnología para la navegación y la adecuación a los nuevos métodos de pesca.