El obispo venezolano de Guarenas, Tulio Ramírez Padilla, pidió este lunes a quienes manifiestan haber recibido un milagro del doctor José Gregorio Hernández, que será beatificado este viernes, que compilen documentos, exámenes y testimonios y los envíen a la comisión encargada de su canonización.
Ramírez Padilla, que es también vicepostulador de la Causa de Beatificación y Canonización del doctor Hernández, pidió que esos datos incluyan documentos y exámenes del paciente, así como su testimonio, nombre y datos de contacto, puesto que no pueden ser anónimos, según un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana.
“Por las redes sociales hemos escuchado audios y visto algunas imágenes de presuntos milagros. Siempre hablamos de presunto milagro antes de la declaración de que, efectivamente, es un milagro, porque esta declaración le corresponde al papa a través de un largo estudio que hace la Congregación para la Causa de los Santos“, afirmó.
El sacerdote aclaró que, después de presentar el caso en Roma y “de los estudios específicos (…) se llega a la conclusión de que la acción realizada en la persona ‘amilagrada’ no es del hombre, sino que viene de Dios“.
“El doctor de los pobres”
En Venezuela es frecuente que los ciudadanos, católicos o no, acudan a José Gregorio Hernández, un médico fallecido en 1919 y bautizado como “el doctor de los pobres”, para pedir su curación.
En consecuencia, muchos de ellos, cuando se curan, adjudican el caso a un milagro del doctor Hernández, pese a que no hayan sido certificados.
En este sentido, el obispo Ramírez expuso que el nuevo milagro debe ser inexplicable para la ciencia médica, la curación debe ser completa y perdurable en el tiempo y ha de realizarse “única y exclusivamente la invocación a Dios”, a la Virgen y, de forma imprescindible, a José Gregorio Hernández.
La Conferencia Episcopal Venezolana recordó que, tras la ceremonia de beatificación que se celebrará el próximo viernes, José Gregorio Hernández estará a un paso para el reconocimiento de su santidad, por lo que la causa de su canonización continúa y, para lograr su aprobación, requiere un nuevo milagro.