El papa Francisco pidió a la Cumbre Iberoamericana reunida este miércoles una “vacunación extensiva” para poner fin a la pandemia de la covid-19, así como una “distribución equitativa” de los sueros que tenga “en cuenta las necesidades de todos”, especialmente de los “más vulnerables”.
Francisco lanzó este mensaje a través de una carta que leyó la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan, durante su intervención en el plenario de la Cumbre, que se celebra de manera semipresencial en el Principado de Andorra.
El pontífice saludó a los jefes de Estado y de Gobierno que participan en la Cumbre “en un contexto particularmente difícil” por el impacto de la pandemia “que ha exigido enormes sacrificios a cada nación y ha llamado a la comunidad internacional a comprometerse, unida, con espíritu de responsabilidad y de fraternidad, a enfrentar los muchos desafíos actuales y aquellos que vendrán”.
La Cumbre iba a celebrarse el pasado noviembre pero debido a la pandemia tuvo que posponerse. Tras algunas bajas de última hora, intervendrán los líderes de 16 de los 22 países de la región, entre los que no estarán los de Venezuela, México, Brasil, Nicaragua, El Salvador y Paraguay.
Grynspan mencionó un último pedido de Francisco, quien demandó a los políticos “valentía de decidir cambiar las cosas” y “reformar la ‘arquitectura’ internacional de la deuda”.
En la misiva difundida minutos después por el Vaticano, también asegura que “renegociar la carga” de los más necesitados “ayudará a los pueblos a desarrollarse, a tener acceso a las vacunas, a la salud, a la educación y al empleo“.
Tras recordar a “los millones de víctimas y de enfermos” de una emergencia que “no ha hecho distinciones y ha golpeado a todos”, el impacto en los niños y jóvenes y la ardua labor del personal sanitario, el pontífice quiso “reconocer los esfuerzos en la búsqueda de una vacuna efectiva para la COVID-19 en tan breve tiempo” y “reiterar que la inmunización extensiva debería ser considerada como un ‘bien común universal'”.
“En este ámbito, son particularmente bienvenidas las iniciativas que buscan crear nuevas formas de solidaridad a nivel internacional, con mecanismos dirigidos a garantizar una distribución equitativa de las vacunas, no basada en criterios puramente económicos, sino teniendo en cuenta las necesidades de todos, especialmente de los más vulnerables y necesitados”, aseguró.
En su opinión, “nada de esto será posible sin una férrea voluntad política que tenga la valentía de decidir cambiar las cosas, principalmente las prioridades, para que no sean los pobres los que paguen el costo más alto de estos dramas que están golpeando a nuestra familia humana”